¿Por qué no creer en lo increíble?

sábado, 9 de junio de 2012

La naturalidad se hace querer

"La naturalidad se hace querer" fue el eslogan que utlizó TriNa hace unos cuantos años, tal vez os acordéis de este spot que a mí particularmente me gusta mucho y siempre me saca una sonrisa:



¿Por qué decidió TriNa en su momento utilizar la naturalidad como atributo principal de su producto?

Tal vez fuera porque ser natural está considerado como algo positivo, pero, si es así, me planteo una duda, ¿por qué nos empeñamos a diario en ser justo lo contrario?

Me llama mucho la atención la personalidad virtual que cada uno tiene de sí mismo o la que le adjudicamos a las personas que están en nuestro entorno... ¿No os habéis fijado lo simpáticos que somos siempre en twitter? ¿Lo agradecidos? ¿Lo guapos y sonrientes en todas nuestras fotos de facebook? Las redes sociales nos obligan a tener una fachada de simpatía, de buen humor, de educación, en resumidas cuentas, nos obligan a ser más falsos que una moneda de chocolate.

Y tengo que decirlo, lo odio.

No soporto ver lo ideal y perfectas que son las vidas del resto. Lo contentos que están, lo agradecidos que son y lo guapos y sonrientes que salen en todas sus fotos. Y no, no es que yo sea una bruja malvada que únicamente desea la tristeza del mundo mundial, pero si hay algo que no me gusta ni ser, ni que sean conmigo es falsos e hipócritas.
¿De qué te sirve parecer algo que no eres? ¿Qué consigues a cambio?
Realmente, ¿es más feliz quien más followers tiene?
¿Por qué se está imponiendo como norma el tener una imagen pública en internet? ¿Qué tenemos que demostrar ante los demás?
¿Ya no se puede ser natural hoy en día?
¿Es mejor vivir rodeados de apariencias y reflejos falsos de nosotros mismos?
Y por último, ¿qué nos dan las redes sociales?, pero sobre todo, ¿qué nos quitan?

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