¿Por qué no creer en lo increíble?

sábado, 19 de junio de 2010

Pescando acordes...



A cuatro días de empezar mis vacaciones... O tal vez debería decir de acabarlas.
Un curso entero por aquí, bastante satisfactorio académicamente hablando, pero mucho más satisfactorio en cualquier otro sentido. Me muero de ganas de ir a casa, y a la vez de que llegue septiembre y comience el curso de nuevo...
No suelo arrepentirme de nada, y se que nunca jamás me arrepentiré de haber venido a esta ciudad. Estos nueve meses me han aportado muchísimas cosas, la más importante, darme cuenta de que aun siendo una niña como soy, no voy a permitir que me lleven de la mano. Y también me he dado cuenta de que ahora sí, todo ha cambiado, y que ya es el momento de ser quien quiero ser y de vivir mi vida como quiera vivirla.
Me da pena mirar atrás y sentir que he perdido muchas cosas que me gustaban de mí misma y que nunca podré conseguir de nuevo. Es el camino, las piedras, y los rotos de los pantalones... la vida te cambia irremediablemente cuando ves tus ilusiones por el suelo y te das cuenta de que la realidad tiene más fuerza...
Este año ha sido tan genial, que puedo recordarlo llorando, porque se que nunca más viviré lo que he vivido y porque me llevo dentro de mí cosas muy grandes que ni siquiera sabía que existían y sobre todo me llevo a personas de las que he aprendido muchísimo y que nunca olvidaré.

Ahora, viene la parte más difícil: aplicar lo aprendido, creer en mí misma y buscar qué quiero encontrar.

1 comentario: